miércoles, 22 de febrero de 2012

Historias desde el huerto

Más de uno se ha reído y se reirá de mí. Y es que eso de tener un huertito... claro, un hobby de urbanita reciclada, uff, con el tiempo que hay que dedicarle, se te pasará enseguida...
Pues no, no se me va a pasar. Ya sé, tengo mis limitaciones de tiempo y de fuerzas, pero lo voy a intentar con todas mis idem. No lo dude nadie.


       

En casa tengo un bancal, pequeñito. Me ha costado lo mío limpiarlo para poder cultivar algo, porque estaba con todo tipo de malas hierbas y raíces extrañas y tozudas. Azada en ristre, me puse una mañana y, dale que te pego, removí todo aquello hasta acabar derrengadita y con agujetas para una semana (o más... que mira que tenemos músculos en el cuerpo en lugares extraños...), pero FELIZ. 
Además, fue un espectáculo de lo más divertido para mi santo (no lo puedo evitar, Elvira -Lindo-, me chifla lo del santo...), que me miraba desde el porche entre incrédulo y muerto de risa, porque hacía frío y yo iba quitándome capas y más capas, hasta que acabé como un forzudo del circo (¡me entra la risa cuando me acuerdo de mis pintas!). 


Mis lechugas...

Bueno, pues ahora hay unas lechugas, cebolletas, ajos, brécol y unas fresas con las que los pájaros se están poniendo las botas, porque las vemos salir y al día siguiente han desaparecido misteriosamente...

Tres plantas de brócoli



Las zanahorias no han querido salir, y los guisantes se los comió el perro al que, por cierto, dedicaré una extensa entrada, porque es para escribir un libro...

El caso es que este bancal ha sido un experimento autodidacta, pero como no hay nada como ser humilde y reconocer las carencias de una, pues me apunté al curso que organiza e imparte Jose Manuel Bisetto desde su empresa Agricología, "Crea tu propio huerto ecológico".



Se nota que estoy experimentando con los editores de fotografía... es que a estas horas a una le da igual todo!

...pero esto da para otra entrada y ahora me muero de sueño...
Good night, sleep tight

2 comentarios:

  1. Jo, no se por qué los urbanitas tenemos esa fama de panolis!! no sabremos mucho de estas cosas pero aprendemos igual! Dí que sí !
    (me partí con el comentario de la última foto)

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    1. ... es que a las 2'30 de la madrugada estaba ya en un estado alterado de conciencia de lo más sicodélico!!! jajajaj

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