martes, 3 de abril de 2012

Mi huerto en Agricología



Por fin. 
Ya está todo plantado: tomates, pimientos, berenjenas, calabacines, espinacas, acelgas, rabanitos, judías (de las redonditas, para el hervido...mmmm), rúcula y unas matas de garrofó, para la paella. No ha quedado sitio para melones y sandías... las plantaré en casa, que tengo unos bancales pequeños y más salvajes, para que se puedan extender a su antojo.
También he sembrado verbena y mejorana y muchas aromáticas y flores, caléndulas y tajetes, aquí y allá, porque es un huerto a lo Gaspar Caballero, que también llaman "crestall de parades". Para un huerto familiar es estupendo, y además, como también es un poco jardín, me siento realizada en mi lado más femenino. 



Voy a tener que aprender a hacerle fotos al huerto para que luzca más...


Ha sido un duro trabajo: quitar todas las piedras que se pudo (parecía que se reproducían al segundo... ay...), echar compost, mover la tierra (poco, para no estropear su estructura biológica, todos los miles de organismos que la hacen estar viva y ayudan a crecer lo que plantas), medir y delimitar los bancales con cuerda (aquí, desesperación total al intentar clavar las piquetas donde se ataba... las dichosas piedras...), poner los bardos en los pequeños pasillos entre bancales, volver a añadir una capa de compost en cada bancal, la que se quedaba sin remover... Esto fueron carretillas y carretillas que fuimos llenando, trasladando y vaciando entre Katha y yo. Era la hora de plantar las aromáticas y flores. Al final vinieron Miquel y sus amigos y me ayudaron a poner piedras alrededor de las aromáticas, para que mantengan mejor el agua al regar. El huerto ya tenía forma, color y olor.




 

Este día acabé con agujetas hasta en las pestañas, como os podéis imaginar... pero de nuevo feliz.  Precioso atardecer tras la Segaria y el Cavall Verd. Fue un magnífico fin de fiesta para un día de trabajo. No lo puedo evitar, me emociono.




Pues sí, estaba orgullosísima, cómo no...



Y el Cavall Verd otra vez, que me encanta...



Después, un par de días más tarde, el riego: volver a medir y añadir gomas (menos mal que me ayudaron Luis y Miquel)... precioso al abrir el riego y ver las pequeñas gotas brillantes mojando la tierra.   Me fui más contenta que unas pascuas a casa.




No es tan fácil, que la goma está dura y acabas sudando tinta...
 



Pepinos y flores...


Y la semana pasada comencé a plantar todo lo que ya os he contado, con la ayuda y los consejos de Jose Manuel Bisetto y su padre, Fausto, un italiano encantador que es como un padre para todos los que seguimos el curso de Agricología. También el amable y experimentado Bernd me dio muchos consejos y me ayudó mucho, además de prestarme un magnífico libro sobre agricultura ecológica que me gustaría comprar porque está estupendamente estructurado y es fácil de seguir, que hay otros...

Después, acolché todo lo acolchable, puse cañas a las tomateras y el garrofó y hala, finito (en honor a Fausto).
 




Mañana voy p'allá, que no me aguanto más y quiero disfrutar del huerto. 
Sí, se aprende a disfrutar... y se cultiva, además, la paciencia. 
Buena falta que me hacen ambas cosas.



Foto: Ximo Vidal




PD: Prometo que aprenderé a hacerle buenas fotos al huerto, sin quemar, etc...¡¡¡ en el próximo curso de Jackie Rueda!!! .Empieza el 13 de este mes y mañana son las inscripciones... pero yo ya estoy inscrita, que ha sido un regalo. Me muero de ganas...

viernes, 16 de marzo de 2012

¿Quién dijo que las gallinas son tontas?


No me puedo resistir: mirad esto, por favor...


¿Qué veis?



A ver, un poco más cerca...



... et voilà! Son ellas, en su puzzle nocturno: dos de cara y dos de culo...


y así duermen cada noche en su olivo, apretaditas y calentitas. Creo que ya encuentran la posición perfecta con bastante rapidez, pero al principio era una risa verlas con el baile aquel del ayquemecaigoaytirap'alláculonadeaquínomemuevenadievengaadormiryaquehanapagadolaluz
Un espectáculo casi circense, pero según cuentan algunos, es su naturaleza... y esta es la prueba.
Bona nit a tot el galliner...

(Le he puesto la etiqueta de Técnica Alexander porque me parece un ejemplo de buen uso de una misma, no es cachondeo... bueno, un poco sí, :DD)


jueves, 15 de marzo de 2012

Practicando Agricología...





 Se acerca un nuevo sábado "agricológico". Después de un par de encuentros aprendiendo la teoría, llegó el momento de la práctica, y estoy deseando ir para allá con mi azada y mis flores y mis aromáticas. Todavía estoy dudando si ponerme en plan caótico/festivo, o sea a lo Fukuoka, (es lo que me sale de las entrañas... como corresponde a una caótica empedernida...), o hacer un huerto ordenadito, que igual es más terapéutico para mí. Siempre la duda, decisiones, cada día...


Poniendo trampas para ver los bichitos que se pasean por el huerto...


Jose Manuel Bisetto es un joven agricultor, emprendedor, amante de su tierra y que ha sabido hacer de su pasión por la agricultura una empresa implicada con el medio ambiente y la sostenibilidad, educativa donde las haya, y empeñada en fomentar la ecología así como la revalorización de la cultura y tradiciones de una tierra que ha contado siempre con la agricultura como un tesoro que ahora hay que recuperar y cuidar.





El Mercat Logic funciona así: tú vas, y Jose Manuel, o Isabel, su encantadora madre, que nos cuida cada sábado y nos regala con coques y cafés y zumos recién exprimidos y coca maría...  bueno, ya paro. Pues te dan un cuchillo y tú te acercas con alegría al huerto y cortas con mucho mimo la lechuga más hermosa o el tomate más orondo. Me encanta.


La lavanda no puede faltar en el huerto; ya tengo unas cuantas preparadas para el próximo sábado...



Esto son lechugas y no lo que yo tengo; pero las mías van creciendo poco a poco, caramba... es una cuestión de paciencia, el ingrediente fundamental para el huerto 








De camino a Agricologia, no puedo evitar hacerle una foto al Montgó, desde el coche, que ya se ven las manchas del cristal. Es que es un peñasco con una energía especial y unos colores que van cambiando con la luz. Al atardecer es espectacular... prometo una imagen

viernes, 2 de marzo de 2012

La blogera imperfecta…


Estoy muuuuuuy cansada. Y el “tengo que” me viene fastidiando ya una semanita.
Las dos últimas semanas han sido muy intensas.
Me han dejado agotada... pero llena de sensaciones y recuerdos bellos.

Mujeres "on the road"


Encuentros de mujeres: Tanya, Ana, María, y nuestra preciosa Khata, tan joven y, sin embargo, tan cercana.


Ay, qué preciosa, mi Tanya... te echo de menos


Momentos para estar a gusto, o para estar, simplemente.
Momentos de alegría y risas flojas, de besos y abrazos, de paseos tranquilos y excursiones, de confidencias, sinceridad y asombro compartido; de respeto y colaboración. En estos encuentros de mujeres todo fluye… estamos todas en la cincuentena y hay algo muy, muy hermoso que nos ronda a esta edad… Una comprensión respetuosa del otro, la aceptación de una misma… no sé, es una sensación redonda y cálida…



Mi peque, en su propio "on the road"


El caso es que llevo más de una semana sin compartir nada en el blog y, como decía, el “tengo que” me estaba mordiendo las tripas sin parar. Menos mal que tengo a Meisi, que es como mi hada madrina, recordándome que me puedo dar permiso para no ser perfecta… 
 Lanzar el blog ha sido un derroche de energía desbordada que habrá que recoger, amansar y colocar en el lugar que le corresponde, para que el blog no le robe espacio a la vida, para que la vida de verdad alimente al blog, con sus imperfecciones, con su andar enraizado y su mirada atenta a lo esencial: las necesidades de los míos y las mías propias, necesidad de descanso, de cuidado, de tiempo… para eso hemos llegado hasta aquí, que para estar estresados, ya estábamos bien en Madrid.


Tiempo para acompañar...


Y es que ya lo dice mi Ana: “ya lo tienes, Asun, ya lo tienes… ahora disfrútalo”
 … y si para ello tengo que ser una bloggera imperfecta, pienso ser la más imperfecta de todas. He dicho.



Imperfecta... y un poco payasa!

viernes, 24 de febrero de 2012

miércoles, 22 de febrero de 2012

Historias desde el huerto

Más de uno se ha reído y se reirá de mí. Y es que eso de tener un huertito... claro, un hobby de urbanita reciclada, uff, con el tiempo que hay que dedicarle, se te pasará enseguida...
Pues no, no se me va a pasar. Ya sé, tengo mis limitaciones de tiempo y de fuerzas, pero lo voy a intentar con todas mis idem. No lo dude nadie.


       

En casa tengo un bancal, pequeñito. Me ha costado lo mío limpiarlo para poder cultivar algo, porque estaba con todo tipo de malas hierbas y raíces extrañas y tozudas. Azada en ristre, me puse una mañana y, dale que te pego, removí todo aquello hasta acabar derrengadita y con agujetas para una semana (o más... que mira que tenemos músculos en el cuerpo en lugares extraños...), pero FELIZ. 
Además, fue un espectáculo de lo más divertido para mi santo (no lo puedo evitar, Elvira -Lindo-, me chifla lo del santo...), que me miraba desde el porche entre incrédulo y muerto de risa, porque hacía frío y yo iba quitándome capas y más capas, hasta que acabé como un forzudo del circo (¡me entra la risa cuando me acuerdo de mis pintas!). 


Mis lechugas...

Bueno, pues ahora hay unas lechugas, cebolletas, ajos, brécol y unas fresas con las que los pájaros se están poniendo las botas, porque las vemos salir y al día siguiente han desaparecido misteriosamente...

Tres plantas de brócoli



Las zanahorias no han querido salir, y los guisantes se los comió el perro al que, por cierto, dedicaré una extensa entrada, porque es para escribir un libro...

El caso es que este bancal ha sido un experimento autodidacta, pero como no hay nada como ser humilde y reconocer las carencias de una, pues me apunté al curso que organiza e imparte Jose Manuel Bisetto desde su empresa Agricología, "Crea tu propio huerto ecológico".



Se nota que estoy experimentando con los editores de fotografía... es que a estas horas a una le da igual todo!

...pero esto da para otra entrada y ahora me muero de sueño...
Good night, sleep tight

lunes, 20 de febrero de 2012

¡Por fin cuatro huevos!


¿Todavía no he hablado de mis gallinas? Raro, porque me tienen loca. Es que son la alegría del jardín, no os podéis imaginar. Nos las trajeron los Reyes Magos  ¡eso sí fue una sorpresa!
Miquel estaba como loco, Luis se enamoró perdidamente de ellas nada más verlas (y eso que no quería... hay que ver) y se puso a acomodarles todo tipo de palos, refugios, una escalera para subir al olivo...


Duermen encaramadas en el olivo, qué os parece... ¡las gallinas son "arborícolas"! Ya nos lo decía el amigo Nelson. ¡Tienes que venir a verlas, Nelson!. La primera vez que las vi subiendo al olivo, por la escalera, en fila india, al atardecer... en fin, me quedé boquiabierta.
Yo no sé qué es lo que tienen, pero de verdad que tengo la sensación de que nos han cambiado la vida, un poco más (me río...).
Y ayer pusieron, por fin,  un huevito cada una. ¡Misión cumplida! La de bizcochos que pienso hacer...
Os las presento: Marcelina, Valentina, Paca y Rubi, que es la más glamurosa, pero están todas gorditas y guapísimas .

Ya os iré contando, porque son una aventura permanente. A ver si hoy caen otros cuatro...